Vinos históricos para una ocasión especial

Desde que nuestro bisabuelo fundara la Bodega en 1877 siempre hemos guardado una pequeña cantidad de las Cosechas más memorables en nuestras Bodegas privadas. Para conmemorar ocasiones especiales, hemos decidido ofrecer algunas de estas botellas de tal forma que los amantes del vino puedan disfrutar del extraordinario aroma y sabor de nuestras añadas históricas.

Estas delicadas viejas cosechas fueron elaboradas hace muchos años de la forma más artesanal, como lo seguimos haciendo hoy día. Han descansado sin ser molestadas en la profundidad de nuestros Calados y en nuestro “Cementerio”, envejeciendo lentamente, criados y mimados por el paso del tiempo.

Por supuesto, todos estos vinos son Grandes Reservas, una distinción sólo concedida a los vinos de más alta calidad. Todo comienza cuando una milagrosa combinación de la tierra, el clima y maduración de la uva producen una excepcional cosecha en términos de calidad y equilibrio de los componentes del fruto. Una vez vendimiados los racimos y vinificado el vino, este pasa ocho años en barrica durante los cuales son trasegados a mano hasta diecisiete veces.

A lo largo de los ocho años estas cosechas especiales son catadas regularmente por un grupo de expertos compuesto por tres miembros de la familia. Estos entendidos hacen el seguimiento de los vinos y sólo justo antes del embotellado deciden si el vino merece el título de Gran Reserva. Si es así, el vino descansará embotellado en nuestros calados durante otros ocho años, sin ser molestado. Esta distinción sólo ha ocurrido en veintidos ocasiones desde 1890.

En nuestra Casa elaboramos tanto Grandes Reservas tintos como blancos y rosados. Cada uno tiene sus cualidades distintivas. Los tintos tienen toda la majestuosidad, riqueza y bouquet de nuestra noble tradición vitivinícola. Los blancos, con su increíble longevidad, complejidad y frescura pueden ser calificados como “vinos de beber”, debido a la gran delicadeza que han alcanzado por el afinamiento de sus polifenoles y la ligereza de los alcoholes.

Celebrar un cumpleaños o aniversario, con un Gran Reserva es dar una nota de distinción. Estos vinos le dejarán con sensaciones y recuerdos que nunca olvidará.

Le deseamos que disfrute de estas Cosechas especiales; si tiene alguna duda o necesita ayuda en la elección de nuestros vinos, por favor contáctenos en la Bodega.

Cómo disfrutar de un vino histórico

Le recomendamos siga estas instrucciones para asegurar su máximo disfrute.

En razón de su edad, y de su elaboración artesanal y natural, algunas botellas podrán tener sedimentos. Esto no afectará ni a la complejidad de sus aromas, ni tampoco a su gusto y disfrute.
Debido a que estas botellas han estado reposando en nuestros calados a una temperatura constante, y en los que existe, de forma natural, una alta humedad regulada por los mohos que la ceden o absorben —según las necesidades ambientales de la bodega— las botellas pueden acumular moho y polvo.
Igualmente por el hecho de que estas botellas se han llenado a mano y han estado envejeciendo durante muchos años, la altura del vino en su cuello siempre es irregular, aunque sean vinos de la misma añada. Estos vinos se han embotellado, lacrado y etiquetado a mano. Han reposado envejeciendo en nuestras bodegas durante muchos años y conservan el polvo acumulado. En nuestra Casa, valoramos el aspecto exterior como una prueba adicional de su verdadera edad, por lo que no intentamos encubrirlo y no repercutirá en la calidad ni en el disfrute de su Gran Reserva.
Después de recibir el vino deberá dejarlo en reposo durante, al menos, una semana, preferiblemente en un lugar silencioso, oscuro y fresco. La temperatura y humedad de conservación deberán ser constantes. Humedad entre 70-80% y temperatura entre 18-20º C.
Aunque usted decante el vino, recomendamos dejarlo reposar al menos durante una hora antes de beberlo y servirlo muy cuidadosamente, procurando no mover la frasca de decantación. Si usted decide no decantarlo deberá dejar reposar la botella verticalmente durante una hora, de forma que los posibles sedimentos queden en el fondo. Abra la botella con cuidado, pues el corcho después de los años pierde adherencia, y sírvalo cuidadosamente, asegurando el menor movimiento de la misma.
Nuestros vinos blancos deberán consumirse entre 16 y 18º C y nuestros tintos entre 18 y 20º.