Viña Gravonia
Latitud entre los 42º 35´ 20,77´´ y los 42º 35´ 50,07´´ Norte.
Longitud entre los 2º 50´ 29.27´´ y los 2º 51´ 1,14´´ Oeste.
Altitud entre los 444 y los 472 metros.
Los vinos de Viña Gravonia provienen de nuestra finca llamada Viña Zaconia, en referencia al termino del que procede. Historicamente estos vinos se llamaron Viña Zaconia, cuando se elaboraban como vinos dulces procedentes de botritys cinerea al igual que fueron llamados Sauternia en clara referencia a los Sauternes franceses. De todos estos nombres tenemos constancia en etiquetas y documentos de correspondencia general y de facturas.
Esta finca se encuentra a 200 metros de la bodega en linea recta y cercana a la ribera del río Ebro. Fue adquirida igualmente por nuestro bisabuelo y la edad media del viñedo es de 45 años. La orientación de la plantación es Sur. Los suelos son laderas pobres y cascajosas, más bien podríamos calificarlos como “aridisoles”, de estructura suelta, pedregosa donde las raices penetran con más facilidad obteniéndose bayas equilibradas en su composición biológica y maduraciones armónicas y completas. Son de blanco color que condiciona la tonalidad de las variedades beneficiando, en este caso, a las blancas.
En cuanto a los patrones utilizados son, los más antiguos Rupestris de Lot, hoy no usado ya y los posteriores R-110 y R-99. Los factores que condicionan la elección del portainjerto son: 1) La condición y componentes del suelo, 2) el régimen hídrico del mismo, según las lluvias y las reservas del mismo y 3) la variedad a injertar. Por otro lado los factores que condicionan dicha variedad a injertar son: 1) el clima, es decir, la temperatura, las lluvias y vientos, 2) la Situación y orientación de las fincas, la altitud y 3) los objetivos de producción y de mercado. Teniendo en cuenta todas estas circunstancias es fácilmente justificable que, para suelos pedregosos y calcáreos, como son los que nos ocupan, profundos y secos, el Rupestris de Lot fuera el patrón utilizado y con una pluviometría media de 450 mm anuales, viento Noreste dominante, altitud media de 460 m., objetivo de producción de calidad impuesto por nosotros y tradición de cultivo en la comarca, la variedad Viura la más adecuada para cultivar. Posteriormente, y por los mismos motivos antes enunciados, unidos a un mayor conocimiento de los portainjertos, es igualmente razonable el uso de portainjertos de la serie Richter, dada su resistencia a filoxera, adaptación a toda clase de suelos, tolerancia elevada a la caliza, buena resistencia a la sequía, afinidad casi perfecta a todas las variedades, fructificación buena y facilidad para prender.
Como se ve, el hecho de cultivar en Rioja las variedades Viura y Malvasía, así como Garnacha blanca, no es un hecho casual, después de tantos años de historia, sino fruto de una experiencia de cultivo y de vinificación que, al igual que para las variedades tintas, ha resultado en una selección natural de lo que debe de ser en aras a definir un producto determinado. No obstante sí que, en este proceso de selección, sería absurdo pensar lo contrario, ha habido también condicionantes de tipo económico.
Viña Gravonia
Viña Gravonia se extiende sobre una superficie de total de veinticuatro hectáreas todas ellas de uva viura. Los injertos los hacemos todos nosotros en nuestros viñedos y el material vegetal se obtiene mediante selección masal en nuestras propias fincas, cosa que consideramos muy importante desde el punto de la preservación de heterogeneidad genética varietal y, que repercutirá sin duda, en el mantenimiento de carácter propio en nuestros vinos.
Los viñedos son regentados por personal de la Casa y de la familia. La viticultura que se practica es prácticamente ecológica. El abonado lo hacemos con enmiendas de tipo orgánico, especialmente antes de la plantación, a base de estiercol de ovino, fermentado y muy meteorizado, y de subproductos de vinificación. Dependiendo de la textura y estructura del terreno llegamos a añadir hasta 400.000 kgrs./ha. En ocasiones también hacemos una reposición orgánica posteriormente, aunque cada tres años o más, hacemos un abonado mineral. Consideramos que ser meticuloso es muy importante ya que hay diversos estudios que demuestran que una presión química excesiva por el abuso de abonado mineral y utilización de pesticidas repercute en pérdidas de acidez y disminución de aromas, especialmente afectando a vinos blancos y rosados. En viñas grandes, muy trabajadas con abonos minerales, herbicidas, etc. existe menor cantidad de levaduras acumuladas en el hollejo de las bayas ya que tienen mayor pereza a dar el salto desde el abrigo invernal en el suelo y tronco de las cepas a los racimos de las uvas, contribuyendo, después a dar problemas durante las fermentaciones.
Se labra la tierra y para el caso de los blancos se hace un poco más de hincapié, dados los riesgos de podredumbre, al hacer los tratamientos contra la botritys cinerea, problema no tan acusado en nuestros viñedos por lo racional de sus rendimientos y la orientación de las parcelas, aún siendo las variedades blancas especialmente sensibles, y que variarán, como es lógico, según las circunstancias climáticas de cada año. En los últimos años se han realizado pocas modificaciones como para ser importante el mencionarlas desde el punto de vista de variación del carácter enológico de nuestros vinos. Se ha mecanizado lo conveniente según la nueva tecnología y circunstancias laborales existentes en la actualidad.
La fecha de la vendimia se decide según el seguimiento de maduración que hacemos diariamente mediante medidas tomadas con refractómetro en los mismos puntos y hora del día, cada año. La vendimia es manual, se selecciona la uva con gran celo según el estado sanitario de la misma y se trasladan a Bodega en comportas de madera de forma troncocónica y de unos 80-90 kgrs. de capacidad. Con ello evitamos estrujados excesivos y derrames de mosto que nos podrían dar serios problemas en Bodega, máxime tratándose de vinos blancos dada la problemática por todos conocida de su propensión a oxidaciones. La recogida de la uva se hace con el mayor cuidado posible. Los viñedos se encuentran a poca distancia de la Bodega por lo que, no tenemos problema de largos traslados y la uva llega en perfectas condiciones al lagar. Lo único que nos preocupa es la climatología del año y eso no depende de nosotros.